Fondue de queso sin lactosa

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¿Eres intolerante al azúcar de la leche pero apasionado por el queso? Entonces, ¡esta receta es para ti! Saborea la explosión de sabores de una fondue con esta receta de fondue de queso sin lactosa. ¡Desde Nutira, te aseguramos que te enamorará!

¿Preparado para fundirte de placer?

El origen de la fondue de queso se remonta a la conocida como Suiza Francesa, concretamente, a la región de Romandía, cerca del año 1.852, cuando se data de la primera receta a manos del cocinero francés Jean Anthelme Brillat-Savarin.

Este plato, de origen humilde, surgió cómo una costumbre adoptada por los pastores franceses que residían en zonas montañosas suizas, y en la que calentaban trozos de queso para poder reponer fuerzas para su exigente y dura actividad diaria y así entrar en calor ante las bajas temperaturas.

A día de hoy, la fondue ha traspasado esta frontera y ha llegado a miles de países donde, cada uno de ellos, ha ido adaptando según sus costumbres e ingredientes típicos; por lo que es habitual encontrar una gran variedad de recetas y variantes y alcanzar, incluso, hasta una totalidad de 11 quesos distintos.

Aún así, pese a esas variantes, los intolerantes al azúcar de la leche siguen teniendo ciertas limitaciones a la hora de consumir esta delicia, debido a la lactosa que se encuentran en ciertos quesos para preparar este plato. Por eso, desde Nutira, traemos esta receta de fondue de queso sin lactosa perfecta para intolerantes. ¿Preparado para fundirte de placer?

Fondue de queso sin lactosa

Intolerantes al azúcar de la leche… ¡Traemos la receta definitiva para disfrutar de una cremosa y suave fondue de queso sin lactosa! ¡Disfruta de este lácteo como nunca antes!

Ingredientes:

  • 400 gr. de queso gruyère
  • 400 gr. de queso emmental sin lactosa
  • 300 ml. de vino blanco
  • 50 ml. de kirsch o licor de cerezas
  • 20 gr. de maicena
  • 1 diente de ajo
  • Nuez moscada al gusto (opcional)
  • Pimienta blanca al gusto (opcional)

¿Cómo se prepara?

Antes de empezar, necesitarás un caquelón, la cacerola de hierro fundido típica para hacer la fondue, aunque, si no dispones de ella, podrás utilizar un cazo hondo en su lugar.

El primer paso que realizarás será pelar el ajo y cortarlo a la mitad. Así, lo podrás untar en las paredes y fondo del cazo para que se impregne bien de su sabor.

Después, añade al caquelón el vino blanco con la maicena y el licor de cerezas o kirsch y deja que se cocine a fuego bajo y, luego, ves añadiendo los quesos, ya sean rallados o cortados a dados, de manera paulatina y sin dejar de remover para evitar que se pegue. Recuerda, que no debe de llegar a hervir, sino derretirse por completo. ¿Nuestro consejo? Si ves que te está quedando demasiado espesa, añade un pelín más de vino y si, por lo contrario, ves que la textura es demasiado líquida, puedes incorporar más queso o maicena disuelta en vino o licor de cerezas o kirsch.

Ahora, cuando veas que el queso ya se está derritiendo al completo, incorpora la nuez moscada y pimienta al gusto.

Por último, llévala tu fondue de queso sin lactosa a tu mesa, enciende el quemador de la fondue para mantenerla caliente y, ¡unta bien con el acompañamiento que desees!

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Como has visto, existen alternativas de este lácteo sin lactosa aptas para intolerantes al azúcar de la leche. Aunque, si quieres añadir más a tu fondue, te recomendamos que tomes notas de los quesos sin lactosa que pueden comer los intolerantes. ¡Tu fondue no tendrá límite de sabor!

Aún así, si crees que vas a consumir algún alimento que creas que puede tener lactosa, ¡Nutira será el acompañante perfecto para aliviar los síntomas derivados de la intolerancia!

  • Toma Nutira Masticable si tu grado de intolerancia es leve.
  • Consume Nutira Forte o Nutira Forte to go si tu grado de intolerancia es moderado-grave.

¿Ya sabes a quién vas a sorprender con esta fondue de queso sin lactosa? ¡Seguro que será un acierto entre tus comensales intolerantes!