Mitos y realidades de la leche y los lácteos

Los productos lácteos han recibido muchas críticas por supuestos efectos perjudiciales para la salud. ¿Cuáles de estos mitos sobre la leche y los lácteos son ciertos? Analizamos los más conocidos.

¿Hay muchas personas alérgicas a la leche de vaca?

No. La alergia a la proteína de la leche de vaca no es muy común. Solo entre un 2% y un 6% de los bebés menores de dos años sufren esta patología. Además, el 80%-90% de ellos dejan de ser alérgicos al cumplir los 5 años. Los casos en adultos son muy poco frecuentes, de uno a cinco por cada mil.

Al escuchar alguno de estos mitos sobre la leche lo mejor es que te informes bien antes de creerlo a pie juntillas.

¿Hay muchos intolerantes a la lactosa?

Según los datos, alrededor de un 30% de la población española podría ser intolerante a la lactosa, aunque no en el mismo grado. En el más grave están las personas que no presentan la enzima, es decir, aquellos que no pueden ingerir ni cantidades mínimas de lactosa. El resto (que son la gran mayoría) puede consumir pequeñas dosis de este azúcar (la cantidad exacta depende de cada caso).

¿El calcio de la leche no se absorbe bien?

En absoluto. El calcio de los lácteos es el que mejor absorbe el organismo, ya que, además de contener una cantidad mucho más elevada de este mineral que otros alimentos (como las legumbres, las algas o las verduras de hoja verde), su asimilación es mucho más alta.

¿La leche produce mucosidad?

Hasta el momento, no existe ningún estudio que lo haya confirmado. Este mito de la leche podría deberse a la textura cremosa de este alimento pues, al beberla, provoca una sensación temporal de mayor mucosidad en la boca y la garganta.

¿Los lácteos son malos para el colesterol?

No. Ciertas grasas presentes en alimentos de bollería industrial sí que lo son. También resulta perjudicial ingerir azúcares simples en grandes cantidades a través de productos como el propio azúcar, los dulces, las mermeladas o los refrescos azucarados.

De hecho, algunas poblaciones con un gran consumo de lácteos tienen un menor riesgo de hipercolesterolemia. Por tanto, este es otro de los mitos de la leche que, sin duda, puedes tachar de tu lista.

Pensar que la lactosa de la leche engorda es un falso mito muy extendido entre la población.

¿Los lácteos hacen engordar?

No, lo que hace engordar es consumir un exceso de calorías y azúcares combinado con la falta de actividad física. La leche, el yogur y ciertos quesos tienen poco valor calórico y forman parte de una dieta sana y equilibrada.

Aunque la creencia de que la lactosa engorda es un mito, sí es cierto que en casos en los que se quiera llevar a cabo una dieta con menos calorías, se puede optar por la leche desnatada o semidesnatada. Esto se debe a que la mayor parte del aporte calórico de los lácteos está en su contenido graso.

¿Cuáles de estos mitos sobre la leche conocías? Si ahora conoces, por lo menos, dos o tres nuevos, ¿por qué no compartes en redes sociales este artículo? Así tus amigos tampoco se dejarán engañar.