No todas las personas intolerantes a la lactosa tienen el mismo grado de intolerancia, ni la adquirieron por la misma causa. Además, también existen las intolerancias temporales. Explicamos hoy los tres tipos de intolerancia a la lactosa, cómo se generan y cuáles son sus síntomas.
- Hipolactasia adquirida o deficiencia primaria de lactasa
Más del 70% de la población mundial padece de esta deficiencia. Es muy común en los adultos, ya que se trata de una disminución gradual de la producción de la lactasa a lo largo de la vida. Su causa es genética y varía mucho según los grupos étnicos, por lo que las cifras son muy desiguales (en los países nórdicos la intolerancia es prácticamente inexistente, mientras que en países asiáticos como China y Japón casi la totalidad de la población adulta es intolerante a la lactosa). Las personas con esta intolerancia van notando como la ingesta de leche les causa cada vez más síntomas. Este tipo de intolerancia es irreversible y su tratamiento consiste en la eliminación (o disminución, dependiendo del grado de intolerancia sufrida en cada etapa) de los productos lácteos de la dieta.
- Hipolactasia o deficiencia secundaria de lactasa
Este tipo de intolerancia se origina como consecuencia de otra enfermedad, especialmente las que afectan al intestino delgado. Algunos bebés prematuros presentan problemas de maldigestión de la leche materna, ya que la producción de lactasa se forma principalmente en los últimos meses de gestación; o en personas que sufren gastroenterocolitis, celiaquía, enfermedad de Crohn, síndrome del colon irritable o alteraciones de la flora intestinal por tratamientos antibióticos. La intolerancia desaparece cuando la enfermedad causante desaparece y la mucosa intestinal vuelve a su estado natural. En el caso de los bebés prematuros, la producción de lactasa aumenta progresivamente y la maldigestión desaparece sin otro tratamiento. En enfermedades crónicas como la celiaquía, la intolerancia desaparece cuando se sigue una dieta libre de gluten y las células del intestino se desinflaman para recuperar su equilibrio.
- Alactasia o deficiencia congénita de lactasa
Es un tipo de intolerancia muy poco común en la que el bebé nace incapaz de digerir la lactosa debido a un defecto genético que impide la producción de la enzima lactasa. Este tipo de intolerancia es irreversible y la persona la sufrirá a lo largo de toda su vida. Es necesario mantener una dieta libre de lactosa durante la etapa lactante para prevenir lesiones intestinales y problemas en su desarrollo.
Estos son los tres tipos de deficiencias a la lactasa existentes, si quieres saber más te animamos a consultar nuestras páginas “Tipos de intolerancia a la lactosa” y Síntomas de la intolerancia a la lactosa”.